Por Samuel Alejandro:
Dejar de leer sobre el "Matrimonio Perfecto" de Iris Tamara Pérez y Jorge Luis García Pérez me ha resultado extraño, más aún cuando en el último TUR llevado a cabo por Antúnez a través de los bares y restaurantes de Miami no se le vio acampañado por su regordete esposa, la que en menos de 14 meses, al parecer por la constante represión y ataques que sufre en Cuba, aumentó de manera descomunal el peso de su ya obeso cuerpo.
Sin mucho indagar, sale a la luz la última de las andadas de Antúnez. Solo que en esta oportunidad la trama no ha tomado el vuelo de otras oportunidades, en las que de manera muy sospechosa Iris aparecía de la noche a la mañana (literalmente hablando) con entablillados y Minervas que según los reportes, de los siempre prestos Medios de Disinformación de Miami, denunciaban en la propia voz de Antúnez, las espectaculares agresiones de "Agentes del Régimen" contra la indefensa mujer "Defensora de los Derechos Humanos".
Al parecer el rídículo en que ha quedado Iris Tamara Pérez Aguilera, luego de descubrise una presunta trama amorosa de su esposo con no sé qué representante de las Damas de Blanco, de no sé qué provincia, la ha llevado a negarse, en esta oportunidad, a responsabilizar de sus lesiones al "Régimen de Cuba".
Pero, como moretones en el ojo de una mujer, a causa de puñetazos propinados por un "intachable activista anticastra", no se venden bien como noticias en Miami, los medios han hecho mutis y si me enteré, ni me acuerdo. En estos momentos Iris, con el rabo entre las patas, no ha tenido otra opción que ir a refugiarse a su "Tunicú" natal en la provincia de Sancti Spíritus, pero de seguro, ningún representante de la cacareada "Libertad de Expresión" occidental, intentará comprobar este último capítulo de una historia de gopizas y abusos intra domésticos que no por añejos, dejan de ser repugnantes.
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