PROMETO QUE LA VERDAD NO ME LA CALLO

lunes, 13 de julio de 2015

Guillermo Fariñas y Berta Soler acusan a periodista de El Nuevo Herald.



Por Samuel Alejandro:


Una vez más la retórica anticubana y la manipulación con que se maneja la temática referida a Cuba, desde “El Nuevo Herald” queda al desnudo, pero esta vez son los propios opositores de dentro y fuera de la isla los que arremeten en contra de este espacio que por tantos años ha sido considerado uno de los bastiones de la desinformación.

La mentira ha sido, históricamente, la principal estrategia editorial del periódico de la contrarrevolución cubana en Miami El Nuevo Herald. Durante décadas, dicho libelo le ha tomado el pelo a sus lectores con infundios de todo tipo, especialmente aquellos relacionados con la Revolución y la realidad cubana”.



“… a falta de profesionales dignos de una publicación medianamente seria, (El Nuevo Herald) se dedica a repetir los rumores de las redes sociales, o simplemente a inventar represiones contra mercenarios que solo existen en las computadoras de su redacción”.



Extrañamente, en esta oportunidad, no son los mal llamados “blogueros oficialistas” los que han arremetido en contra de las inventivas publicadas por una de las “columnistas estrellas” de El Nuevo Herald y son los mercenarios Guillermo Fariñas Hernández y Berta Soler Fernández los que, insatisfechos con los criterios emitidos por Nora Gámez Torrez, la han acusado de agente castrista y aliada del régimen,  suscitándose una controversia que ha puesto al descubierto la falta de profesionalidad y superficialidad con que se “cocinan” los temas referidos a Cuba, viéndose obligada, en esta oportunidad, la directiva de El Nuevo Herald, a desmentir las constantes críticas que Nora Gámez (al parecer inconsultamente) ha venido realizando en contra de los últimos acontecimientos que han ocurrido en el seno de la contrarrevolución cubana. 




Lo cierto es que la pretendida Libertad de Expresión por lo que tanto abogan los disidentes como Fariñas y Soler, le ha jugado una mala pasada a la periodista Nora Gámez Torres, la que se ha atrevido a emitir criterios inconsultos sobre interioridades de los engendros encabezados por estos mercenarios y como resultado ha tenido sufrir en carne propia las acusaciones recurrentes contra quien se atreve a comentar algo fuera del discurso letánico y caduco de estas marionetas, sencillamente, de la noche a la mañana ha pasado a ser, de “periodista estrella” de El Nuevo Herald, a una “agente castrista del régimen”.


Lo cierto es que ahora, no se sabe por qué motivo o fuerza mayor, El Nuevo Herald intenta desmarcarse de los trabajos periodísticos, que desde hace algún tiempo, ha venido publicando Nora Gámez Torres y hasta han llegado a retirar de este sitio algunas de las publicaciones que en su momento causaron verdadera conmoción dentro de la gusanera interna y externa. Cabe preguntarse que vendrá ahora. ¿Quedará Nora Gámez despedida inesperadamente? ¿Atribuirá este medio de desinformativo estas publicaciones a misteriosos y delirantes Hakeos informáticos como en su momento los realizara el Faquir de Pijirigua (Guillermo Fariñas) para justificar sus constantes variaciones de conductas y discursos contradictorios?  

Esperar para ver, por ahora creo conveniente comenzar una colecta para ayudar a Norita cuando sea una más de las tantas fichas desechadas por la industria propagandística contra Cuba. 





Nota: Para la conformación de este trabajo se realizan citas textuales a los medios digitales “Cambios en Cuba” y “Cuba si”.
 

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